Después de 4 meses trabajando en la creación de los escenarios, búsqueda del mejor juego de luces, sonido y guión de los que se compone el espectáculo Fear 2.0 y tras un año ofreciendo al público lo mejor de nosotros mismos, nos preguntamos (unas veces más desanimados que otras) si la calidad técnica y artística se valora en este tipo de espectáculos.
Las películas de terror que se producen tienen un objetivo principal que es dar miedo pero no dejan atrás la calidad técnica y artística que el film se merece. En cambio, en este tipo de espectáculos se suele olvidar un poco la calidad que el espectador se merece, ya que unas cuántas velas, luces apagadas y un buen grito suele provocar el susto rápido en el espectador.
Pero la realidad es otra (o debería serlo); una obra de teatro se juzga por los actores, el guión, la puesta escénica etc... ¿porqué los espectáculos interactivos de terror no se juzgan igual? Nuestro objetivo es dar buena calidad al espectador porque no hay que olvidar que ha pagado por ello, por un buen espectáculo en todas sus formas. En cualquiera de las artes de las que hablemos no vale todo; ¿por qué debería valer todo en este campo?...
A veces nos olvidamos de cuidar este género, creemos que lo importante es que crean que somos los mejores, los únicos, los primeros... Pero, los mejores sólo lo seremos si somos humildes y cuidadosos con el público, los únicos nunca seremos porque las calles están llenas de teatro y los primeros fueron hace muchos años, los que comenzaron a contar cuentos de terror alrededor de una hoguera dentro de una cueva oscura (sin velas).
Gracias a todos los que apreciais nuestro esfuerzo por dar un buen espectáculo.
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